Objetividad periodística. ¿Debe un periodista ser "disidente?


El periodista comprometido

(Ilustración de apoyo, de fuente externa)


J. Modesto Rodriguez

La profesión de periodista, es de las más difíciles de las que existen. Su grado de responsabilidad social es amplio, y debe estar listo para ser juzgado por su trabajo.
Pero el periodista que camina por el sendero de la verdad y la responsabilidad, no debe temer a un mal juicio.
Desde que se asume la tarea de ser periodista, el reto es grande y complejo. Se expone a perder su vida.
Sin embargo, hoy es día es una profesión que atrae a muchos. Algunos, tal vez con la idea de ver su nombre en un impreso, o poder mencionarlo en un programa de radio o de televisión; de adquirir notoriedad y rango social.
La idea no es mala, porque el periodismo es una poderosa arma para socializar, para "venderse". Un periodista puede lograr posicionarse como referente en un mercado. Depende de su participación como investigador y expositor de los hechos.
Pero es algo mas profundo y comprometido. El periodismo es una profesión de servicio público, aunque la noticia sea presentada en medios que son negocios y estén respaldados por publicidad.
Esa misión de ser un orientador social, público, le compromete a buscar permanentemente la verdad de los hechos, interpretarlos, explicarlos, relacionarlos y exponerlos.

Periodismo e ideología

Está en el debate de si un periodista debe ser condicionado por alguna ideología. Se debate también si el periodista debe ser "Disidente". ¿Disidente de qué?. Para serlo tendría que haber pertenecido a un compromiso, y haber renunciado a ello. ¿Renuncian los periodistas a ser periodistas?. Una vez asumido, es su único papel, su objetivo, ser periodista.
Consideramos que no, un periodista no tiene porqué serlo ni debe ser disidente, pero sí crítico y objetivo, es lo que la sociedad espera de un periodista, que  le ayude a ver la verdad sobre los hechos. La sociedad espera que un periodista le ayude a entender y a formarse una opinión lo más cercana a la verdad que sea posible.
 Un periodista solo debe ser periodista. Pero alguien con ideología también puede ser periodista, aunque debe evitar que su ideología, sus creencias, su fé su partidismo, influya en la exposición de los hechos.
La sociedad reclama el servicio de un periodista "objetivo", que juegue con el principio de la independencia al momento de construir y presentar la noticia.
A nadie se le puede impedir que personalmente se comprometa con alguna causa, pero esa causa con la que esté comprometido no es la noticia, y por tanto debe guardarla en su armario personal y preparar sus escritos cob objetividad y profesionalidad.
Se cuestiona que un periodista trabaje en oficinas gubernamentales. Entendemos que puede hacerlo y no es un pecado. El profesional del periodismo puede venderle sus servicios a quien lo contrate. Los gobiernos necesitan de profesionales que puedan hacer comunicar sus actividades y es válido, tanto, como lo es que lo contrate una empresa privada, incluso los medios de comunicación social.

LA MISIÓN

El periodista es un constructor del mensaje. Una vez construido el mensaje, la responsabilidad de publicarlo o no es del medio receptor.
Siempre y cuando el periodista no olvide los valores de la ética, sus servicios puede prestarlos a quien lo contrate, y no vemos razones para cuestionar que un periodista trabaje con el gobierno, como lo hacen abogados, médicos, ingenieros, contables, profesores, científicos, investigadores, etc.
Un periodista, no tiene porqué ser "disidente", ni mucho menos " a favor", solo debe buscar y publicar la verdad, la que sea, y servirla a los lectores, que tienen derecho a saber. No vemos tampoco un pecado en que un periodista le venda sus servicios profesionales a quien le ofrezca trabajo. Lo que sí es detestable es que en nombre de creencias personales y de ideologías o por encargos políticos, un periodista se ponga un traje de "independiente y profesional", para manipular con la verdad y construir noticias arregladas para ofrecerles al público que regularmente no está advertido de la maniobra, lo cual consideramos una estafa.
La noticia, los hechos, son independientes de quien la sirve, independiente de los intereses, los hechos, la verdad, no tiene ideología, ni busca votos, es simplemente la verdad,  el papel del comunicador es presentarla profesionalmente, y punto, el público, que se haga su propia opinión.

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